La felicidad es un proceso, decidirlo no basta

La felicidad empieza por una decisión personal…
y continúa con trabajo consciente.

En la columna anterior hablamos sobre la posibilidad de ser felices en este mundo imperfecto si te
comprometes contigo a trabajar en ello, como aspirar a la perfección garantiza la infelicidad, y como puedes renunciar a la asfixia de la perfección sin renunciar a tus aspiraciones, definiendo y trabajando el
“suficientemente bueno” de manera consciente. Finalmente, te regalaste una pausa para analizar el año que terminó y planear tu 2023 en consciencia.


Ahora que estamos empezando un nuevo año, me gustaría que pensarás en la posibilidad de dejar de
sobrevivir y empezar a vivir.
¿Suena atractivo? Todos enfrentamos adversidad por el simple hecho de vivir. Y si bien es cierto que con la pandemia hemos sentido la adversidad más intensamente, en términos generales, también es cierto que existen personas que sienten que las circunstancias las superan, no ven opciones viables para mejorar su vida, no se sienten capaces de construir bienestar, no encuentran sentido o significado a vivir, o simplemente, sobreviven el día a día, sintiendo que las olas de la vida las revuelcan, sin poder hacer nada al respecto. Estas personas frecuentemente escuchan la frase “ser feliz es una decisión, decídete a serlo”, a
modo de motivación.


Durante muchos años, incluso yo creí que esta idea era cierta. En mi caso, yo me decidí a trabajar en construir mi felicidad desde que era una adolescente y les puedo decir que tengo más de 25 años en el proceso, y creo que seguiré los años que me queden de vida. Hoy sé que la felicidad no es una decisión, pero sí un proceso que empieza por una decisión consciente, que va acompañada de muchas más decisiones vinculadas a la valentía, disciplina, compromiso, esfuerzo, manejo de emociones, etc. que forman parte de la aventura de vivir.


Cuando consideramos que ser feliz es una decisión y no un proceso corremos el riesgo de perder la esperanza en la felicidad. Se pensará que con que un día decida con toda mi alma ser feliz, bastará. Y cuando, al día siguiente despierte y sigua sin serlo, tiraré la toalla y pensaré que la felicidad es una idea lejana y abstracta casi imposible de alcanzar.

Repito, la felicidad es un proceso, y que, si bien empieza con una decisión consciente de querer ser feliz, es necesario complementar esa decisión con esfuerzos intencionales, conscientes y constantes que nos ayuden a construir bienestar en las distintas áreas de nuestra vida (espiritual, física, intelectual, relacional y emocional).

Hoy, creo que es una excelente oportunidad para regalarte un espacio de reflexión sobre tu vida, pregúntate si vives o sobrevives, y en caso de sobrevivir te propongo que consideres la posibilidad de decidir ser feliz, como el primer paso de una aventura que durará toda tu vida. ¡Pero recuerda, tendrás que ponerle empeño y paciencia, porque con decidirlo no basta! ¡Un maratón se inicia con el primer paso!

La felicidad no es un destino, sino un camino. La felicidad es un estilo de vida. Cuando decides ser feliz y estás dispuesto a esforzarte para construir un poco de bienestar todos los días, empiezas a transformar tu presencia en este planeta. Tomar el volante de tu vida en tus manos y responsabilizarte de tu realidad es la experiencia más empoderadora que un ser humano puede tener. Sentirte y saberte creador y dueño de tu vida es el poder más grande que puedes sentir.

La palabra responsabilidad refiere a la capacidad de responder ante lo que nos sucede. Cuando te sabes y sientes capaz de responder a la vida, y observas los resultados de esos pequeños ajustes y esfuerzos que vas ejecutando, es inevitable emocionarte y apasionarte de vivir… de vivir real, realmente.

Uno de los mayores obstáculos que enfrentas actualmente para ser feliz, es vivir con base en las expectativas que crees que los demás tienen de ti. Cuantas personas dedican su vida a actividades que no les apasionan y que muchas veces no hacen bien, o cuantas otras mantienen relaciones que las lastiman, o se traicionan a sí mismas, por el simple hecho de darle gusto a las personas que quieren o por conformarse con lo que la vida les puso enfrente. Realmente, puedes dedicar tus días y semanas a lo que te apasiona y eres bueno haciendo, puedes tener relaciones sanas que sumen a tu bienestar y puedes serte fiel a ti y ser auténtico, sin sentir culpa por ello. Sólo tienes que descubrir qué es y ejecutar un plan de acción para lograrlo. Recuerda la frase de Henry Ford: “Tanto si crees que puedes o no puedes, tienes razón.”


En caso de que quieras decidirte por ser feliz y estar dispuesto a trabajar en el proceso de construir tu felicidad, pero no sepas por dónde empezar… te sugiero que te regales una hora de tu vida, sí de tu propia vida, esa que parece que está a la disposición de todo y de todos, menos tuya.


Si se te antoja puedes poner música tranquila que promueva un estado de reflexión, servirte tu bebida
favorita y prender una vela o algún difusor con aromaterapia. La intención es poner a todos tus sentidos en un estado de comodidad, apertura e introspección.
Ahora sí, toma hoja y pluma y prepárate para contestar las siguientes preguntas:

  1. ¿Siento que sobrevivo a mi vida? ¿Por qué?
  2. ¿Me siento el capitán de mi propia vida? ¿Me reconozco a cargo y responsable de mi vida?
  3. ¿Me siento capaz de construir una vida con bienestar? ¿Por qué?
  4. ¿Me conozco lo suficiente para saber qué me genera bienestar en los ámbitos espiritual, físico, intelectual, relacional y emocional?
  5. ¿Estoy dispuesta a iniciar mi proceso de construir felicidad con TODO lo que implica?

Con esta información lo que sigue es hacer un diagnóstico para identificar qué aspectos de tu vida son prioritarios para empezar a trabajar por ahí. En la próxima columna te compartiré cómo puedes hacerlo y diseñaremos tu plan de acción 2023. Haremos la versión “perfecta” de tu plan, y también te propongo que escribas la versión del “suficientemente bueno”. Así, no estarás renunciando a tus aspiraciones pero le estarás dando un toque de compasión y realidad a tu visualización del futuro.En promedio, las personas intentamos 7 veces un cambio antes de lograrlo. Así que, ¡ánimo!
Espero sinceramente que al saberte y sentirte responsable de construir tu felicidad, te decidas a empezar a trabajar hoy, y te comprometas a hacer de tu 2022 un punto de quiebre positivo en tu vida.
Me encantará que me compartas tu experiencia aplicando las herramientas, puedes contactarme en mis redes sociales Instagram, Facebook, Twitter y Youtube como Valentinamente Feliz y en mi página de internet www.valentinamentefeliz.com El podcast lo encuentras en las principales plataformas de audio y en BAZ Súper App.
Si crees que esta información es valiosa y puede servirle a alguien, sé generoso y compártela. Gracias por leerme y compartir conmigo lo más valioso que tienes, tu tiempo.


Hasta pronto… Recuerda que ser feliz es tu responsabilidad.

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